Se analiza de manera global el método de suicidio empleado en España mediante un estudio retrospectivo en el que se clasifican los suicidios en dos grupos según el método (por envenenamiento y por agentes violentos no tóxicos).
Se evalúa la tendencia en los métodos
elegidos para provocar la muerte, así como las diferencias según la edad y el
sexo. El patrón geográfico en los suicidios según el método es heterogéneo. Los
suicidios por agentes violentos no tóxicos fueron los más frecuentes,
representando el 90,2% del total, si bien cabe destacar que este grupo ha
sufrido un descenso en los últimos años (p = 0,002). Los agentes tóxicos
estuvieron presentes en el 9,8% de los suicidios, siendo más usados por las
mujeres. Se concluye que los tóxicos son agentes poco presentes en las muertes
autoinfligidas, lo que podría atribuirse a su menor letalidad (respecto a otros
métodos activos, como la precipitación o el ahorcamiento) y a la efectividad de
las medidas sanitarias ante un envenenamiento. Asimismo, los autores consideran
que el Boletín Estadístico de Defunción Judicial no es del todo fiable como
fuente de datos para la realización de estudios epidemiológicos, lo que puede
deberse a que es completado por personal no sanitario, que no tiene acceso a la
historia del paciente. Por otra parte, los autores consideran que conocer el
tipo de suicidio que se lleva a cabo en áreas concretas del país es una
herramienta de alerta y permite adecuar las estrategias de prevención.
Fuente: Cuad
Med Forense
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